domingo, 9 de febrero de 2014

Ruegos y Preguntas: Copiar, profesores y alumnos.

Era una tarde lluviosa, los profesores entrábamos al Seminario del Departamento pensando en que el Consejo no dure mucho. Al fin y al cabo, era un Consejo de Departamento más, en el que el Secretario lee el acta anterior, se aprueban los asuntos de trámite y vámonos corriendo que esta noche va a caer una buena. Ya se sabe que en Málaga llueve poco, pero cuando se pone a llover...

Pero llega el consabido último punto del orden del día, Ruegos y Preguntas. Y sorpresivamente toma la palabra un alumno. Sí, los alumnos forman parte del Consejo y no sólo tienen voz, también tienen voto (un tema muy interesante para otra entrada en el blog). En este caso, el alumno nos hace una petición:

"Miren, soy un alumno de (...) un pueblo de la provincia de Málaga. A mis padres les cuesta mucho trabajo financiarme la carrera en la ciudad. Y yo intento no fallarles, trabajando duro, estudiando e intentando aprovechar cada minuto que estoy en la Universidad. Mi objetivo no es sólo aprobar, necesito aprender, necesito saber que el sacrificio que están haciendo mis padres no se materializa sólo en un papelito, por mucha firma del Rey que tenga el título.

No sé si lo saben, o no quieren saberlo, pero en esta Facultad hay muchos alumnos que están sacando la carrera a base de copiar en los exámenes. Ustedes, no están haciendo nada por remediarlo. Y si creen que esa actitud beneficia al estudiante, se equivocan. Al verdadero estudiante lo frustran y lo desincentivan. Al que verdaderamente ayudan es al tramposo. 

Si creen que con esa actitud ayudan a los desfavorecidos, que sepan que están haciendo lo contrario de lo que pretenden, pues probablemente, esos alumnos que se copian y no se preocupan por aprender, tengan un trabajo esperando cuando terminen la carrera, un trabajo en la empresa del padre, familiar o amigo. Y los que nos tendremos que buscar las habichuelas por nuestros propios medios echaremos en falta el rigor que a ustedes les falta a la hora de llevar a cabo su labor como profesores.

Por favor, sólo les pido que me ayuden a que el esfuerzo y el trabajo que estoy haciendo valga más que el de los que se copian."

Y se hizo el silencio, a más de uno se nos cayó la cara de vergüenza. Se tomo nota con toda la corrección política de la que somos capaces cuando de eso se trata y se levantó la reunión. Salimos corriendo porque alguien dijo que había una gota fría y ya se sabe, en Málaga no llueve pero cuando...

Hasta hoy.


4 comentarios:

  1. Que un profesor de lo que sea escriba 'sorpresivamente' es un delito penado con un par de orejas de burro.

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    1. Me invade la duda sobre la autoridad del juez sentenciador de las orejas de burro

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  2. Siempre estoy dispuesto a aprender, aunque eso signifique llevar por un tiempo (espero que no sea usted duro y me permita que el castigo sea temporal) unas orejas de burro. Lo que no estoy seguro es si el Premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa o el autor de Rayuela, Cortazar, sean tan comprensivos con usted.

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