Acabo de volver de clase, me he desesperado. Estamos analizando inversiones y mis alumnos se atascan en la resolución de los problemas. Hasta aquí normal. Algunos alumnos me preguntan qué tienen que hacer con el "valor residual" que aparece en el problema. Y yo, percatándome del problema, les pregunto a su vez, ¿sabéis qué es el "valor residual"? Bueno mejor os transcribo la charla con ellos:
- Profesor, ¿qué hago con "el valor residual"?
- Pero, ¿sabes que es el valor residual?
- Me suena de contabilidad, por eso lo he dividido por la vida útil.
- Pero, ¿sabes lo que es?
- Pues, la verdad es que no.
- ¿No sería más fácil saber lo que es y así poder resolver el problema pensando?
- ...
Es increíble, pero es cierto, los alumnos pretenden resolver los problemas memorizando la receta correspondiente, sin importarles qué están haciendo, por qué lo hacen y para qué sirve. Pero, ¿son ellos culpables de esta forma de "aprender"? No, en absoluto, son las víctimas de nuestro sistema educativo. Y como muestra representativa os termino de contar:
Desanimado e impotente, vuelvo al departamento y le comento a una compañera lo ocurrido y ella me cuenta lo que le acaba de ocurrir con su hijo. Me consta que su hijo es muy buen estudiante de secundaria. La madre le estaba preguntando la lección de lengua y él se la recitó de memoria, la madre temiéndose lo peor le preguntó:
- ¿Me puedes poner un ejemplo?
- Sí, el "rojo sonoro"
- Dime otro, ése es el que viene en el libro
- No sé más ejemplos
- ¿Pero tú sabes lo que significa lo que me has contado?
- No tengo ni idea
¿Alguien me puede decir qué estamos haciendo con nuestros alumnos?
"Es increíble, pero es cierto, los alumnos pretenden resolver los problemas memorizando la receta correspondiente, sin importarles qué están haciendo, por qué lo hacen y para qué sirve."
ResponderEliminarDe increíble tiene poco, la verdad. Esto lo he visto yo a lo largo de toda mi vida académica. Otra cosa es que como profesor (vuestro caso) o como alguien remotamente preocupado por la cultura y el conocimiento (el mío, y supongo que también vuestro, claro) sea enormemente desesperanzador. No me canso de recordar cierto examen de física, con formulario permitido, en el que todos menos yo fueron al examen con su chuletita legal, convencidos de que con ella tenían suficiente para aprobar, y le llovieron las hostias a todo el mundo menos a mí...
¿El ejemplo de tu compañera no se parece a una situación que describía Cela en uno de sus libros? Creo que en Viaje a la Alcarria.
Lo más increíble (aunque reconozco que anecdótico y hasta de chiste) es la insistencia oficial en lo malo del aprendizaje de memoria...
ResponderEliminarYo también he visto el mismo efecto en alguna clase: cuando no entienden algo, en lugar de preguntarlo y resolver la duda (que es algo que debería habérseles inculcado desde chicos: el afán por aprender) se lo aprenden de memorieta y listo.
Y luego nos llegan a las empresas y se dan cuenta de lo poco o nulo que sirven los problemas que se han aprendido de memoria porque en la vida real los problemas son más complejos y sin la teoría poca aplicación de conocimiento se puede hacer.
ResponderEliminarExacto Juan, y esta es la fuente de nuestra famosa baja productividad. Y la única ocurrencia de nuestros políticos es bajar sueldos para ser mas competitivos, que ni que decir tiene que nunca conseguiremos competir por esa vía.
ResponderEliminarEn vez des eso, promueve una educación de calidad, pero de verdad, no de cartón piedra. Y conseguiremos esa ansiada competitividad siendo mejores, no siendo más baratos.
Pues estimados amigos siento deciros que apañados vamos. Si detectamos los problemas en la Universidad, si conocemos los problemas de la educación secundaria y primaria y lo único que se les ocurre es bajar sueldos, bajar el nivel, realizar encuestas sobre los profesores y rellenar formularios, imponer número de aprobados, etc., etc., etc., todo excepto mejorar la calidad de la enseñanza, pues que queréis que os diga, nos iremos a hacer puñetas y seremos un país de mano de obra barata, escasita de formación, fácilmente manejable y como decía en la anterior entrada, personas tuteladas, sin capacidad de pensar por si mismos. Ya habrá quien piense por nosotros que eso es muy cómodo.
ResponderEliminarVoy a decir una tontería: ¿y si evaluais de forma que sólo los que "entiendan" puedan aprobar?
ResponderEliminarImagino que el contenido de la evaluación no os lo pueden fijar, de modo que si se diseña pensando en que sólo pasen los que de verdad "piensan y entienden", los alumnos (que otra cosa puede que no tengan clara, pero aprobar seguro que quieren aprobar) cambiarán su forma de enfocar el aprendizaje.
Digo yo, vamos
Anónimo: si aprobásemos solamente a los que entienden, nos quedaríamos con 2 ó 3 alumnos de cada 25. Por lo menos en Secundaria y Bachillerato, y estoy hablando de Matemáticas. Supongo que en otras materias pasará algo semejante.
ResponderEliminarCoquejj, y si asi fuera, ¿cual sería el problema? Voy más allá: ¿es posible conseguir que los alumnos entiendan una materia si su evaluación puede ser superada sin entender? Yo creo que no, pero Vds dirán ...
ResponderEliminarLa culpa, y digo culpa, es del sistema educativo que tenemos, de los que lo han establecido, de los que participan de él y de los que lo siguen a pies juntillas, de profesores que jamás han tenido experiencia laboral alguna, de profesores que accedieron al puesto memorizando tochos infumables o mediante oposiciones con temarios absurdos.
ResponderEliminarSiento ser tan crítico, pero es la realidad. Padecí profesores que jamás merecieron serlo en la Universidad, desaprovechando un tiempo precioso con chorradas múltiples, profesores sin el conocimiento necesario ni la experiencia necesaria, enseñando materias sin sentido y de memoria.
¿por qué?
Seamos prácticos, si conocemos los problemas, busquemos las soluciones; de nada va a servir detectar que los alumnos desconocen que es el valor residual y empezar a repartir culpas sin ulterior acción. Pero busquemos SOLUCIONES, no remiendos estadísticos inconsistentes
ResponderEliminarAnónimo (de las 0:25): se llama comprensividad, y se refleja en el hecho de que las autoridades piensan que el título de E.S.O. es como el D.N.I.
ResponderEliminar¿Quiere que le diga que están ustedes haciendo con los alumnos?
ResponderEliminarYo se lo digo, primeramente ser participes del penoso Sistema Educativo Español, que ustedes como profesores no dejan de quejarse ¿hacen algo? NO. Hagan manifestaciones, ustedes son Funcionarios, están libre de despidos, pidan un Sistema Educativo COMPETENTE.
Por otra parte, la ignorancia del alumno es cosa suya, ¿por qué no le explica qué es? ¿por qué pasan tantísimo la mano que hasta el más tonto de la clase tiene el título de Graduado en ESO? ¿Por qué si los alumnos les VOMITAN la lección en el examen los aprueban? asegúrense que se la saben y después evalúen.
Que los alumnos y la imbecibilidad de los jóvenes sea así es culpa de LOS PADRES (que no tienen ni idea (al menos la mayoría) de lo que está estudiando su hijo y LOS PROFESORES que al cobrar se callan y se acabó.