lunes, 29 de noviembre de 2010

Matrícula de Honor en guía de teléfonos.

Teorema: Una evaluación se dice que es continua sí y sólo sí requiere aprender poco para aprobar.

Los gurús de la cosa boloñesa han traído a nuestra universidad una serie de términos con los que hace ya tiempo que torturan profesores e inutilizan alumnos en la Enseñanza Media. La "evaluación continua" es uno de ellos. Y una vez más, utilizamos grandes palabras que luego quedan vacías de contenido, o con el contenido equivocado (hay muchos ejemplos conocidos como "sostenibilidad", "transversalidad", "igualdad de género"...).
Al final, lo que conseguimos es hacer botellas preciosas, con etiquetas muy elaboradas, donde pone "reserva del 2002", y llenarlas de vino de tetra-brick. Pues eso, que ahora se lleva lo de la evaluación continua. Y cuando algunos de nosotros (profesores vagos, reaccionarios y torturadores de alumnos) preguntamos que qué es eso, se nos dice que consiste en hacer muchas pruebecitas eliminatorias a lo largo del curso. Y dejar bien claro de antemano qué porcentaje de la nota final supone cada una de esas actividades. Acabáramos. Dice una persona que conocemos bien que él sacaría matrícula de honor en la guía de teléfonos si le hicieran exámenes eliminatorios suficientemente frecuentes. ¡Ay! ¡Qué reaccionario y antiguo!
Vamos a ver: ¿qué es la evaluación? En nuestra opinión, no es más que la certificación, por parte del profesor, de hasta qué punto el alumno ha aprendido o no la asignatura (perdón, si ha adquirido o no las competencias generales, específicas y transversales imputables a la asignatura). Y ya está. Así que nosotros defendemos (¡uy, uy, nos metemos en el charco!) decirles a nuestros alumnos: "ustedes encárguense de trabajar y aprender, que la evaluación es cosa nuestra.
Y la evaluación continua ¿qué es? ¿Es sólo un método para facilitar al alumno aprobar la asignatura a base de fragmentarle la materia? ¡No! ¡Es justo lo contrario! Consiste en evitar que un alumno apruebe una asignatura simplemente dándose un atracón la noche antes del examen. Consiste en valorar día a día el trabajo y el rendimiento del alumno. (Eso quiere decir también, que los gurús nos perdonen, ponerle las cosas muy difíciles para aprobar al que no trabaja). O sea, no es llenar el curso de examencitos. Y menos eliminatorios. Claro, que esta evaluación continua se le puede hacer con garantías a 25 ó 30 alumnos. Lo demás, es seguir echando mano del tetra-brick, que es lo que hacemos cuando en el nuevo Plan de Bolonia organizamos cursos de 75 alumnos sin contar a los repetidores.
Y una última pregunta, para terminar de enfangarnos. Si el objetivo de la asignatura es que el alumno adquiera las competencias correspondientes, un alumno que apruebe dicha asignatura por el método que sea, ¿no debería aprobar sin dificultad un examen de la misma al final del curso?... Claro, que si de lo que se trata es de aprobar por decreto al n% de alumnos para ser excelentes, nosotros nos comprometemos a aprobar no a n, sino al 100%, desde el primer día de clase, y luego que se queden en el aula los que realmente estén interesados en aprender. Porque para cometer una injusticia con algunos alumnos, ya la hacemos completa.

11 comentarios:

  1. ¿Descartes es el seudónimo de Curro o de Che?

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  2. Sinceramente, cada vez que leo una publicación vuestra, entiendo menos la lógica (si es que la tiene) del plan “mortadela”, ¡uy!, perdón Bolonia. No se que persiguen las autoridades académicas o si estas interpretan bien que quiere el plan o si les importa tres cojones (con perdón) que nuestros hijos aprendan, se formen o si quieren realmente que aprendan o lo que realmente pretenden son una panda de tarados mentales sin actitudes críticas por falta de conocimientos y aptitudes y actitud para adquirirlos .
    Quizá me esté haciendo mayor (muy mayor) y mis facultades empiecen a estar disminuidas (tampoco lo pongo en duda), pero cada día entiendo menos y cada artículo que publicáis mi preocupación va a más, evidentemente, porque tengo hijos que no a mucho tardar comenzarán, espero, estudios universitarios, aunque a la vista de lo que contáis modificaré mi expresión: empezarán a visitar aulas de alguna facultad (en lugar de comenzar “estudios” universitarios).
    Me preocupa sobremanera no ya sólo que no entendamos una asignatura como un todo (examencitos eliminatorios, como bien decís) sino que una licenciatura (no se si se llama así ahora) se convierta en infinitas micro-partes sin conexión entre si; es ridículo, simplemente esperpéntico y dará como resultado, seguro, la devaluación de los títulos universitarios pues en absoluto ampararán conocimientos globales (ni tan siquiera parciales, ni tan siquiera conocimientos) sobre lo que versen. ¡¡¡Penoso!!!
    ¡Y cuando yo estudié nos quejábamos de que terminábamos sin experiencia práctica sobre la teoría adquirida!; ahora ni práctica, ni teórica, vamos a mejor, mucho mejor; como se plantean las cosas, si os tengo que dar la razón (y me temo qué sí), a mis hijos les tendré que añadir un matiz importante y es que, no sólo que se aprendan la guía de teléfonos (habrán de aprobar a base de “microexamencitos”), sino que sepan que existen varias y de distintos colores, vaya a ser que se equivoquen.

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  3. La cosa va más lejos. Hay grados donde se recoge en la memoria que se envía a ANECA que le evaluación continua es obligatoria en el grado entero. Esto, primero devalúa enormemente los contenidos y su estudio serio como bien comentáis, pero además se carga la libertad de cátedra del profesorado que, entre otras cosas, significaba determinar el modelo de evaluación del rendimiento del alumno.

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  4. Noticia de Sur de 01/12/2010.

    Me pregunto: ¿es esto el plan Bolonia?, ¿para que estudiar un grado? ¿para que sirve la evaluación continua si luego para ejercer habrás de pasar un examen? ¿será el examen estatal una pantomima, un coladero?


    Casi un centenar de alumnos de Derecho se manifiestan contra la Ley de la Abogacía
    Miércoles, 01 de Diciembre de 2010 13:27 SELENE VEGA


    Casi un centenar de estudiantes de Derecho de la Universidad de Málaga se han manifestado esta mañana contra la nueva Ley de la Abogacía, según la cual sería obligatorio para graduados y para los licenciados que no hayan terminado antes del 31 de octubre de 2011 cursar un máster de dos años y pasar por un examen estatal.





    La convocatoria ha sido a nivel nacional, con la idea de que se produjesen movilizaciones simultáneas en las distintas facultades de Derecho. En la de Málaga, el grupo se ha reunido a las 12.00 horas en el recibidor para acto seguido invadir tres aulas. En dos de ellas estaban realizando un examen y en una tercera los estudiantes han abandonado la clase y se han unido a la movilización.

    Más tarde han invadido la cafetería y han pretendido subir a la planta superior, donde se encuentra el decanato de Derecho, pero les ha sido denegado el permiso para hacerlo. Portando pancartas y al grito de "No a la Ley de la Abogacía", los estudiantes han tomado el bulevar Louis Pasteur impidiendo por unos minutos el paso de coches y autobuses para que escucharan sus reivindicaciones.

    Con muchas ganas de ser escuchados, se han dirigido al Palacio de Justicia, donde cuatro agentes de la Guardia Civil les han avisado de que no podían entrar. Han seguido manifestándose en la puerta hasta que a las 13.30 horas se ha terminado la movilización regresando a la facultad de Derecho.

    La manifestación ha sido organizada por las asociaciones Foro de Estudiantes de Derecho, Conecta y Reforma. Los estudiantes pensaban que este acto quizá no sirviese para que se derogarse la ley pero sí para que se modificase. "Es indignante que algunos alumnos, estudiando precisamente Derecho, digan que no se puede hacer ya nada porque esté aprobada", se ha podido oir entre otros comentarios en el tumulto. Así, aseguraron no sentirse atendidos al grito de "llaman talante a no escuchar al estudiante".

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  5. Me parece genial que uno de los creadores de esta página nos invite a visitarla y a exponer nuestras ideas, no obstante creo que se le pasa por alto el grado de decepción que podemos sufrir al leer los magníficos comentarios que aquí se hacen.
    Está muy bien decir lo que se piensa y eso de ser políticamente incorrectos y todo eso, pero sin olvidar que nada de esto va cambiar y por tanto que nosotros (los alumnos) bastante tenemos con recibir una formación nefasta como para tener que escucharlo cada día.
    Señores, tenemos un continuo run run de lo fracasados que vamos a ser y de lo que ya somos por la educación que se nos da, porque nos forman con la ley del mínimo esfuerzo, etc.
    Y yo pregunto, ¿qué ganan con eso?, ¿desahogaros? que no se os olvide que los fracasados somos nosotros. Ustedes, los profesores, son los que pueden cambiar algunas cosas, al menos en su microentorno, no han escuchado eso de piensa globalmente y actua localmente¿? pues ya saben, dejense de tantas críticas y actúen en consecuencia. No nos infravaloren y menos generalicen, ¿qué es eso de que los títulos se regalan? hoy día vivo para estudiar y para formarme y no se me da precisamente bien, qué pasa que cuando acabe los estudios me los han regaldao¿? no lo creo, otra cosa es que no tenga todos los conocimientos oportunos, pero no me lo han regalado. Estoy algo cansada de críticas absurdas que no llevan a ningún sitio, de acabar los 5 últimos minutos de clase dandonos una charla para que pensemos, ¿de verdad creen que no pensamos?, ¿que no sabemos a lo que nos enfrentamos? se puede confundir con que soy conformista y no es el caso, solo veo la realidad y pienso un plan b para estar más formada, pero no critíco y protesto por todo cuando soy yo la más afectada. Creo que deberían encargarse de motivar más a los alumnos y de tratarnos a todos por igual, y no de desmoralizarnos diciendonos que todo es una mentira.... no le encuentro lógica

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  6. Estimada alumna,

    No acabamos de entender bien el sentido de tu mensaje. Parece que reconoces que el problema existe, pero prefieres que no te lo recuerden constantemente. Bueno, quizás no sea esa la mejor postura. Los problemas hay que enfrentarlos y denunciarlos. En eso estamos nosotros. Este blog lo hemos abierto precisamente para poner nuestro grano de arena, para dar una de esas soluciones locales de las que hablas. Obviamente, no es fácil luchar contra un sistema, y contra una máquina burocrática como la universidad española. Pero el primer paso para arreglar algo es concienciar a las personas implicadas, e intentar crear una corriente de opinión, buscar gente que comparte nuestra opinión y crear una masa crítica que permita tener un mínimo de influencia.
    Entretanto, no nos cruzamos de brazos. Intentamos organizar nuestra docencia como cada uno entiende que es mejor, y nos esforzamos por innovarla y por mejorarla día a día. Buscamos mejores maneras de enseñar a grupos del tamaño de los que tenemos. Pero eso no quiere decir que traguemos con hipocresías, y que nos creamos que el fracaso escolar se elimina aprobando a todo el mundo.
    Y una reflexión sobre lo de "regalar" los títulos. Insistimos: en nuestra opinión, los alumnos de hoy en día llegáis a la universidad peor preparados que hace un tiempo, y también salís con una preparación peor. Esto es así porque los profesores decidimos bajar el nivel de exigencia, a la vista de las posibilidades del alumnado. Guste o no guste, ésta es la realidad. Y nosotros mantenemos que ese título cada vez vale menos en el mercado laboral. No es que se regale, es que se devalúa. Y si encima empezamos a no exigir ni siquiera un mínimo esfuerzo, entonces apaga y vámonos. Y claro que deberíais protestar por ello. Es vuestra formación y vuestro futuro.
    En cuanto al uso del ordenador, estamos en desacuerdo contigo. En nuestra asignatura, el ordenador, correctamente utilizado, ofrece unas posibilidades de aprendizaje que no tiene el aula normal. Pero claro, para eso, el grupo debe, al menos, caber en el aula de informática.

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  7. Tal vez no entendais lo que intento decir, pero eso no significa que esta sea ni mejor ni peor postura, no creo que nadie este en la posición de poder decidir cual es la mejor ellas.
    Yo afronto todos los problemas que se me vienen, lo que pasa es que no creo que ir "llorando" por llamarlo de algún modo, sea la mejor forma. Las cosas nunca van a ser como queramos y por eso, creo, no hay que ir protestando por todo, yo me dedico a intentar solucionar los problemas teniendo muy claro cuales son y sin protestar, porque lo que a mi me parezca injusto puede que a otro no se lo parezca, por tanto, soluciono mi parte sin molestar a los demas.
    No se si así se me puede entender, supongo que és lo que tiene vivir en épocas distintas de la vida y con pensamientos distintos, que no logramos entendernos.
    No voy a entrar en vuestra docencia, ya que solo conozco una de ellas y por más que opinara nunca se va a tener en cuenta la crítica de un alumno. Lo que no entiendo es que digais eso de que no vais a tragar con la hipocresia, nadie a dicho tampoco que el fracaso escolar se elimina aprobando a todo el mundo, además qué protestais si de todos modos no lo vais a hacer¿?,o es que cuando os valoren según el número de alumnos que aprueban vais a aprobar a más¿? porque si lo que decis es verdaderamente lo que pensais no lo hareis, entonces¿?, cual es el problema¿?
    Sobre la reflexión, no hace falta que haga ninguna reflexión porque, al contrario de lo pensais de los alumnos eso ya lo tenemos más que reflesionado, o hablaré por mi que no me gusta generalizar. Se perfectamente que hace 20 años las personas salian mucho más preparadas de los mismos estudios que hacemos hoy, pero ante eso no somos notros los que tenemos que hablar, en todo caso sois ustedes, no habeis bajado el nivel de exigencia porque el alumnado tenga menor posibilidades, lo habeis hecho porque os lo han mandado desde arriba y habeis acatado. Antes saliais con mayor preparación pero en cambio hoy a alguien que salga de una titulación de educación le piden un nivel mínimo de ingles para que de clases y un profesor de 50 años por ejemplo, no tiene ni idea.
    Esque creo que es relativo eso de la preparación, tal vez yo salga de la carrera sin ser una experta en matemáticas financieras pero a cambio de no tener que estar toda la tarde buscando apuntes en 20 libros (cosa inútil), salgo pudiendo mantener una conversación con alguien en inglés, en árabe y en español porque he podido ir a la escuela de idiomas. ¿qué entendeis por mayor preparación?.
    Sobre el ordenador, mejor me callo, supongo que si todos entraramos en el aula de informática aprenderíamos la asignatura desde otra perspectiva, pero como no es posible pues tenemos que conformarnos con una escasa preparción, ¿no?. No quiero entrar mucho en ese tema porque me tienen un poco cabreda las tareas que se mandan y solo pueden resolver aquellos alumnos que han recibido preparación anteriormente, ya entraria en temas de discriminación y no es plan.

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  8. Hola Alumna:
    No tengo nada que ver con el mundo educativo, más allá de tener tres hijos en edad escolar (lo cual no es poco) y, por tanto, sólo desde ese punto de vista me atrevo a escribir estas reflexiones que no dejan de ser mi punto de vista a un problema que, como comprenderás, me preocupa mucho porque afecta al futuro de mis hijos.
    Efectivamente, como bien dices, ir “llorando” no conduce a nada, ni tampoco protestar por todo y contra todo, es cierto, pero, los hechos, los resultados del informe PISA ponen de manifiesto que existe un problema con la educación (no sólo universitaria) en este país, un problema colectivo que necesariamente ha de tener una solución colectiva (por implicar a padres, alumnos y profesores). Nuestro gran problema, el gran problema de los españoles, ha sido históricamente el excesivo individualismo a la hora de encarar los problemas, y un problema colectivo, en principio, no puede tener soluciones individuales; o encaramos el problema todos juntos (padres, alumnos y profesores) o las “soluciones” serán meros parches. Únicamente así podremos empezar a andar un camino largo y tortuoso pero necesario si queremos que nuestros hijos, nuestros alumnos, adquieran la preparación necesaria.
    Me preocupa que pienses que tu opinión no será tenida en cuenta, que tires la toalla en algo tan importante pero me preocupa más que dejes la solución de un problema que reconoces que existe y te afecta en manos de terceros (los profesores). Ese es nuestro gran error, dejar en manos de otros la solución de los problemas que nos afectan. Yo también fui universitario, quizás en una época más reivindicativa, pero te puedo asegurar que cuando nos unimos, nuestra opinión se escuchó, se tuvo en cuenta (aunque nos costó más de un disgusto) y conseguimos mejores resultados de los esperados. Asumir que hace 20 años los universitarios salían mejor preparados y dejar la solución en manos de los profesores, aparte de ser una postura excesivamente cómoda por tu parte, no conduce a nada, no puedes pretender y esperar que alguien venga a solucionar el problema que entre otros, te afecta a ti; si no te implicas, implicáis, si no entiendes que el problema es de todos y la solución debe ser puesta por todos, nunca llegará la solución o la solución que llegue no será idónea.
    Tienes suerte de tener un profesor que esté dispuesto a buscar una solución a tu lado; para él, créeme, es mucho más sencillo someterse al sistema y abandonaros a vuestra suerte que implicarse en la búsqueda de la solución al problema educativo. Posturas como la tuya no son precisamente de las que le incentivan aunque es digna de respeto pues es la que tú consideras debes mantener.
    Por último y respecto a que podemos considerar o no mejor preparación, los padres aspiramos no sólo a que nuestros hijos se preparen tanto como nosotros sino ansiamos a que lo hagan mucho mejor y como dices no sólo que sepan matemáticas financieras sino que sean sobresalientes en la materia, que hablen dos, tres o cinco idiomas. Tenéis los medios a vuestro alcance para estar sobradamente preparados y cuantos más conocimientos tengáis mejor preparados estaréis y, créeme si te digo, que no existe más orgullo para un padre que su hijo esté mejor preparado que él.

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  9. buenos días,
    me parece interesantísimo el debate entre profesor y alumna. Y para ser sincera, siendo profesora universitaria, estoy de parte de la alumna, sin que sea cuestión de género.

    Mi experiencia es que hoy en día muchos profesores infravaloran la capacidad de raciocinio de los alumnos. Olvidan que a poco que nos demos cuenta son "nativos digitales" y que eso implica unas diferencias no ya sólo generacionales sino incluso culturales impresionantes.

    Coincido con la alumna también en el cuestionamiento que hace de la "preparación" ¿qué es estar preparado hoy en día?... pues no lo tengo claro. Lo que sí tengo claro es que -y ahora hablo de mi propio ámbito- no se puede querer "formar" a los alumnos en (pongo un ejemplo) "competencia de búsqueda y análisis de información" y luego no poner ninguna actividad donde el alumno deba buscar más allá de las 3 lecturas básicas indicadas en el programa. Pero no nos engañemos, que esta limitación no es tanto porque se considere al alumno 'incapaz' de entender lo que lee, que así se le considera. Este prejuicio sólo pondera al 50%. La otra mitad se la llevan las pocas ganas de abrir el margen de creatividad al alumno, de dejarle probar y equivocarse y aprender por sí mismo, de dejarle plantearse sus propios problemas en relación con la materia, de abrirse en definitiva a lo imprevisible, porque lo que se controla, al fin y al cabo, da menos trabajo y también menos miedo. Repito: hablo de mi entorno inmediato, no del profesor critiado por su alumna, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente. Es posible que la materia concreta conlleve condicionantes que hagan más difíciles algunos cambios de perspectiva (aunque tengo mis dudas).

    Respecto a la evaluación continua versus examen final... es lamentable lo mal que se entienden estos conceptos, lo mucho que se pervierten y la enorme demagogia que se hace la respecto.

    si evaluar de manera continua consistiera en 'aprobar la asignatura en pequeñas y cómodas dosis de micro-examenes', sería como decir que comprar el cupón de cada viernes te asegura el premio gordo de Navidad. La evaluación continua en ningún caso puede garantizar un aprobado. Esa es también una falsa creencia muy extendida entre el alumnado. Lamento decepcionar a más de uno: no es así.

    Evaluar no es certificar a final de curso que el alumno sabe o no sabe lo que se supone que tiene que saber. Eso es calificar y acreditar. Es solo una parte de la evaluación. La otra parte de la evaluación consiste en revisar sobre la marcha la comprensión del alumno y verificar la necesidad de replantearse las actividades y los materiales de curso, que puedan no ser los mejores... esta es la parte clave de la evaluación continua.

    Sin duda, tener grupos de 60 alumnos puede ser una circunstancia más que razonable para no saber cómo hacer la evaluación continua, pero no para no hacerla. Yo he tenido grupos de 100 y he podido con ello. No me he muerto en el intento. La clave está en buscar las actividades y los medios adecuados. Y en esta empresa las nuevas tecnologías educativas, ya tan extendidas pero a menudo todavía tan mal usadas, son una herramienta imprescindible.

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  10. No salgo de mi asombro (debo vivir con Alicia en el país de las maravillas) cuando leo la noticia (Diario Sur 24/12/2010): el índice de fracaso escolar en Andalucía supera el 37%, el 40 % de los niños malagueños fracasaron en el intento de obtener el graduado en ESO y más del 50% no consiguieron el graduado en ESO en su edad. Me he quedado “pasmao”
    No se que más sorpresas nos deparará el informe PISA pero las que he leído hasta ahora son más que suficientes para que las autoridades educativas (y otras) tomen cartas en el asunto y se dejen de milongas, paños calientes y otras excusas políticamente correctas. Me niego a pensar, no me creo, que 37 de cada 100 jóvenes andaluces no estén capacitados para superar los estudios de la ESO, algo más debe haber, sobre todo porque si excluimos a este 37 %, el restante supera con creces la media de la OCDE.
    Y como me niego a pensar que exista un 37% de “incapaces académicos” no me queda más remedio que pensar que ese porcentaje de jóvenes (y sus progenitores) no cree en la formación académica, no muestra el más mínimo interés por adquirir cultura, lo cual es más preocupante, desde mi punto de vista, que tener ese alto porcentaje puesto que esta visión se trasladará al futuro.
    Empiezo a pensar que nuestros jóvenes y también nosotros hemos antepuesto “ganar dinero” a “adquirir formación” y pensamos, piensan, que aquella es la panacea. En esta visión pobre de solemnidad algo de culpa tendremos nosotros, no hemos sabido transmitirles la importancia de formarse y le hemos inculcado una cultura equivocada. A eso me refiero cuando hablo de “y otras” , nosotros, los padres, debemos empezar a inculcar a nuestros hijos otro tipo de cultura y comenzar a fomentar otros tipos de principios que les encaminen a formarse y a considerar la formación como la panacea. O empezamos a cambiar todo (no sólo el educativo) el sistema, a formarnos convenientemente ya o seremos, si no lo somos ya, un país de mano de obra barata, fácilmente manipulable, dócil y sumiso.

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